La belleza de una persona no solo se transmite a través de su cara. Para muchos, las manos es uno de los puntos más llamativos que se observan para conocer la importancia que se le da al cuidado de la imagen de nuestro cuerpo. Tener unas manos perfectas solo es posible con tratamientos antiedad o con la aplicación de cualquier otra técnica rejuvenecedora. Como acción complementaria, recomendamos el cuidado diario en las manos, especialmente en zonas delicadas como las uñas y las cutículas.
Este cuidado lo podemos realizar con sesiones de manicura y pedicura normal y semipermanente. Dicho tratamiento, el cual se lleva realizando desde que los pueblos egipcios y chinos, hace ya 3.000 años, adornasen sus uñas con tonos brillantes para demostrar que no pertenecían a una clase trabajadora, consiste en el cuidado y mantenimiento de las uñas mediante su limado, retirada de cutículas, pulido y aplicación de esmalte sobre las mismas. A lo largo de la historia, la manicura ha ido evolucionando aplicando distintas técnicas y formas, desde las uñas largas, puntiagudas, cortas, con colores fuertes o claros, postizas, manicura francesa y un largo abanico de variaciones hasta nuestros días.
La principal diferencia es la duración del tratamiento. En el caso de la manicura de duración normal, el estado e imagen del cuidado de las uñas suele durar alrededor de una semana, dependiendo del crecimiento natural de las uñas de cada persona. En cambio, la manicura semipermanente concede un mayor número de días de mantenimiento del estado de las uñas llegando a alcanzar aproximadamente las 3 semanas. Con este tratamiento se evitará el posible deterioro de las mismas sufrido, habitualmente, con las tareas cotidianas en el trabajo o en el hogar, resistiendo arañazos, que se pelen y que el brillo de las uñas se mantenga hasta el final. A diferencia de la aplicación del esmalte tradicional, con la manicura semipermanente se pueden utilizar las manos de forma inmediata sin realizar esperas para su secado, gracias a las lámparas UV que aceleran este proceso.
Todo el tratamiento descrito anteriormente con las uñas de las manos se puede extrapolar y aplicar sobre las de los pies. A este tratamiento es a lo que llamamos pedicura normal o semipermanente en el mundo de la belleza y cuidado de la imagen corporal. Como punto diferenciador con las manos, la pedicura cuenta con una mayor duración del tratamiento debido a la protección otorgada por el calzado y además, por el menor ritmo de crecimiento natural de las uñas con respecto a las manos.
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