Seis errores a evitar en un tratamiento facial

Por fin te has decidido. Después de pensarlo varias veces, de darle esquinazo a tu amiga freaky de la cosmética en la busca y captura de una crema facial y de hacer ganas después de aprenderte cada consejo de las beauty bloggers del momento has destinado una pequeña parte del presupuesto mensual a la compra de -¡oh!- tu primera crema hidratante.

Los primeros días te dices a ti misma que funciona. Miras a tus compañeros de la oficina de reojo y deseas que alguien te diga eso de “¡Qué buena cara traes hoy!”. Sin embargo, los días y las semanas pasan y tu cara, tu autoestima y tu apariencia siguen en el mismo punto de partida. Al final, decides quedarte como estabas antes de comprarte la crema y optas por la desidia. Pero, ¿has hecho autocrítica? Quizás algo ha fallado. ¿Te reconoces con algunos de estos errores comunes? Escoge tu opción, enmienda el error y dale otra oportunidad a la crema porque tu piel y tu salud te lo agradecerán. :

1.  No limpiarte la cara antes de aplicarte la crema.

Primer paso y primer error. Siempre, siempre, antes de aplicarte la crema –sea hidratante, nutritiva, antimanchas- limpia a conciencia tu piel. Dos veces al día: mañana y noche. Así de sencillo. Si te quedan dudas fíjate en la piel de las asiáticas. Ellas son auténticas expertas en esto de la limpieza facial. Las japonesas y las filipinas dedican 2 horas diarias al cuidado de la piel con especial insistencia a la limpieza.

En el mercado encontrarás una amplia selección de jabones, geles y mousses limpiadoras. Las más avezadas en la materia han jubilado el típico gel facial para dar paso a los aceites limpiadores formulados con agentes hidrantes y humectantes que limpian en profundidad la piel mientras preparan la dermis para la absorción de sérums y cremas. Un tip más: elige el limpiador atendiendo a las necesidades específicas de la piel. No hay nada más desagradable que lavarse la cara con un jabón para pieles grasas cuando tu cutis es más seco que la piel de un lagarto. En caso de duda pregúntale a esa amiga ideal, experta en potingues y con una piel de melocotón. Nadie mejor que ella para ayudarte.

2. Aplicar crema en exceso.

Otro error muy común extendido por igual entre principiantes y usuarios a nivel experto. Existe una falsa corriente de pensamiento que aboga por la aplicación en exceso de la crema. Ya sabes eso de “más es más”. Pero no siempre es así. En este caso específico “menos es más”. Ahora entenderás por qué. Poner crema extra en la piel solo conduce a una obstrucción de poros y a brillos por doquier. Entonces, ¿cuál es la cantidad adecuada? Dependiendo del tipo de piel que tengas deberás suplir una necesidad u otra. Por lo general con un par de pulsiones de crema es suficiente.

3. Elegir/desechar una crema en función a las opiniones de otros.

Un clásico. También sucede con los perfumes. ¿Cuántas veces has olido en tu amiga una fragancia irresistible pero de dudoso gusto sobre tu dermis? Al igual que con la perfumería, la elección de una crema es algo muy personal. Está bien pedir consejo, mirar opiniones en Internet o incluso picotear en la cosmética nicho pero siempre hazlo bajo tu criterio personal. La misma crema puede mejorar o empeorar la piel de dos personas diferentes en cuestión de días.

El primer paso para elegir una crema de forma adecuada pasa por conocer en profundidad tu piel. Pide cita con el dermatólogo o con una asesora de belleza para un diagnóstico de la dermis. Ahí descubrirás las necesidades específicas que tiene tu rostro, qué formulas encajan con el pH natural…todo es cuestión de probar hasta que encuentres la crema que va contigo y con tu personalidad. En Estética Profesional somos especialistas en esta materia. Podemos asesorarte e incluso realizamos cremas personalizadas (por encargo) elaboradas con ingredientes 100% naturales y excipientes como colágeno, ácido hialurónico y elastina.

4. Otoño: adiós al protector solar.

Craso error. En diciembre, febrero, julio, mayo…da igual el mes del año porque no hay que bajar la guardia frente a los temibles efectos de los rayos UVA y UVB en la piel. Desde Estética Profesional no nos cansamos de repetirlo: protección, protección y más protección como medida preventiva para evitar la aparición de arrugas prematuras en la piel. Sol sí, pero siempre bajo control.

5. No pensar en el futuro.

Con 20 años todas teníamos una piel tersa, suave, sin mácula…simplemente divina. Sin embargo, a los 30 aparecen los primeros signos de la edad (arrugas de expresión o manchas solares), a los 40 las arrugas incipientes dan paso a surcos en profundidad localizados en el surco nasogeniano, a los 50 la piel muestra un evidente envejecimiento y así hasta los 90. Hay formas y formas de envejecer. Está comprobado que la piel de los hombres y mujeres que han dedicado años al cuidado y mantenimiento del cutis muestra menos signos de cansancio y envejecimiento frente a personas que no han utilizado una crema hidratante en su vida.

A partir de los 20 años hay que tratar la piel acneica para evitar las antiestéticas marcas que granos, granitos y acné dejan en el rostro. A los 30 podrías usar una crema hidratante de efecto antioxidante para evitar el envejecimiento prematuro de las células. A las 40, una crema anti arrugas, a los 50 años una emulsión para dar firmeza a la piel. Si quieres obtener resultados espectaculares en tu rutina de cuidados prueba con algunos de nuestros tratamientos estrella. A saber: tratamiento anti edad, tratamiento iluminador, tratamiento de regeneración, tratamiento de vitalidad. Pregúntanos y encontrarás tu tratamiento a medida.

6. Falta de constancia.

Es clave. Las cremas no son milagrosas. Ni siquiera las cremas más caras del mercado, formuladas con patentes prestigiosas y pertenecientes a grandes marcas cosméticas borran las arrugas. La alquimia perfecta tiene mucho de alimentación saludable, algo de actividad física con regularidad y constancia en la aplicación del tratamiento facial. No hay más secretos. La falta de constancia en la aplicación de la crema es el origen de la frustración de muchos hombres y mujeres que dejan de utilizar cremas porque no ven signos de mejora en la piel. La crema ha de aplicarse dos veces al día: mañana y noche y siempre después del lavado facial. Sólo así podrás notar en tu rostro los efectos saludables que una buena crema aporta al organismo. Paciencia, la madre de la ciencia.

¿Y tú? ¿Eres de las que abandonan la crema hidrante o nutritiva a la primera semana? Recuerda que en Estética Profesional podemos ayudarte a que encuentres tu crema ideal, adaptada al tipo de piel y con ingredientes únicos. Ponte en contacto con nosotros y verás cómo notarás y notarán tu mejoría. ¡Te esperamos!