Sabes de dónde vienen la barra de labios, el khol, la máscara de pestañas o el colorete que usas desde hace años? Antes, mucho antes de que la industria cosmética crease necesidades de consumo en millones de mujeres de todo el mundo, las antiguas civilizaciones de la Humanidad ya elaboraban –con fórmulas rudimentarias, eso sí-productos de belleza e higiene personal. Te contamos más sobre cada producto a continuación:
–Barra de Labios. Es uno de los artículos de belleza más vendidos en todo el mundo, sobre todo en época de recesión financiera. Leonard Lauder realizó un estudio que mostraba una demanda de consumo mayor de barras de labios en cada crisis ecónomica. Esta afirmación dio lugar a la creación de la famosa “Teoría del pintalabios o Lipstick Effect” utilizado por teóricos, economistas y expertos en finanzas de todo el mundo.
Viajando al pasado, las mujeres de Mesopotamia elaboraban pintalabios triturando joyas y gemas semi preciosas mezclando el resultado con aceite. El resultado era una emulsión densa que aplicaban en los labios. En Egipto, las mujeres obtenían un tinte de color rojizo procedente de una mezcla de bromo, algas fucus y yodo. Los egipcios fueron pioneros en conseguir labiales con efectos brillante-mezclando el pigmento procedente de escarabajos color carmín con escamas de peces-o con efecto mate –usando hormigas en la base-.
La Edad Media pasará a la historia por ser uno de los períodos más oscuros de la Humanidad. La restricción de las libertades individuales también afectó al uso de las barras de labios al ser consideradas instrumentos de invocación al diablo. Las mujeres que rompían la prohibición eran acusadas de herejes y brujas siendo juzgadas por delitos de hechicería. A comienzos del siglo XX, la barra de labios llega a todas las consumidoras gracias a la influencia de las actrices de Hollywood. Los primeros pintalabios se vendían en botes de cristal o incluso envueltos en papel hasta que en 1915 Maurice Levy patenta el tubo regulador con la barra de labios en el interior. En la II Guerra Mundial, las barras de labios se convirtieron en símbolos de patriotismo y fuerza para animar a los combatientes. Las mujeres sentían la obligación de lucir perfectas y con buen aspecto para levantar la moral de los militares. La publicidad de la época y las revistas de moda (entre ellas Vogue), así lo atestiguan. El uso cada vez más común de la barra de labios se extendió al consumo de otros artículos de belleza como cremas hidratantes y desmaquillantes. Así nacen los primeros centros y gabinetes de estética siendo Elizabeth Arden y Helena Rubinstein pioneras en la materia.
En la actualidad, la barra de labios es un artículo de gran consumo. Los ingredientes utilizados en la elaboración de labiales son tres: cera de abejas, pigmentos rojizos (procedentes de la cochinilla del cactus) y aceites de jojoba, macadamia, ricino y derivados del petróleo, como el aceite mineral. También se usa eosina, una sustancia que cambia de color al aplicarla en los labios y que mejora la permanencia de la tonalidad. Las principales marcas de cosmética añaden componentes diversos como la capsaicina, un compuesto con sabor picante que irrita temporalmente los labios haciéndolos más carnosos.
-Colorete. Los primeros usos del colorete se encuentran en la antigua civilización egipcia. Por aquel entonces, las mujeres fabricaban una pasta hecha con semillas, extractos de frutas y tinte rojo para dar un toque de rubor a las mejillas, labios y barbilla. A lo largo de los siglos, la fórmula se perfeccionó incluyendo pigmentos, aceites y resinas que mantenían intacto el color sobre la piel. Los actuales coloretes fabricados por las principales marcas de cosmética, belleza y maquillaje se consiguen tras mezclar varios ingredientes como talco, óxido de zinc o caolín (actúan de base matificante) con emolientes que potencian la fijación del producto en el cutis (aceite de ricino, cera, estearato de zinc y aceites). En última instancia, algunas firmas añaden perfumes y conservantes.
En el mercado podrás encontrar colorete en diferentes formatos: polvo, crema/mouse y líquido. Las diferencias más evidentes están en la textura y la presentación del producto. A nivel de composición, algunos llevan más emulsionante natural, tintura, agua o incluso componentes minerales como la mica o el talco que otros. Por ejemplo, los coloretes en crema llevan más ingredientes emolientes que se fijan a la piel que un colorete en polvo, mientras que los coloretes líquidos o de tinte tienen mayores cantidades de color pero son díficiles de aplicar en la piel.
Con el auge de la cosmética orgánica, también han surgido marcas de belleza eco dedicadas a la producción y comercialización de productos libres de parabenos, siliconas y otros ingredientes sintéticos. Los coloretes orgánicos sustituyen el talco por polvos de arroz, aunque llevan silicio y dióxido de titanio para fijar el color a la dermis.
–Eye liner. También conocido como Khol, se utiliza desde el origen de la Humanidad. Los primeros usos del khol datan de la Edad de Bronce. En el antiguo Egipto también se usaba porque hombres y mujeres pensaban que el khol ahuyentaba los malos espíritus y alegraba el alma de los dioses. El khol se extendió por otras zonas de África, Oriente Medio, Asia o India, porque protegía los ojos del sol y de las tormentas de arena. No es de extrañar que incluso a día de hoy, en estas zonas del mundo, los hombres lleven los ojos pintados.
En la India, las mujeres fabricaban khol machacando carbón y mezclándolo con aceite para crear un ungüento solido que protegía la mirada de los rayos solares. El uso y la costumbre de elaborar khol se extendió hacia otros países exóticos como Marruecos o Pakistán. Las marcas de cosmética internacional han mejorado la fórmula inicial incluyendo otros ingredientes como el alcanfor (propiedades antisépticas) y aceites naturales no invasivos con la humedad del lagrimal.
–Máscara de pestañas. Creado en el siglo XIX por Eugène Rimmel (de ahí al nombre comercial solo hay un paso), la máscara de pestañas nació para embellecer la mirada de centenares de mujeres en todo el mundo. Hoy, el rimmel no podría entenderse fuera de la industria cosmética. La máscara de pestañas extiende, oscurece, alinea y tinta las pestañas. Los colores y fórmulas empleados en la elaboración del rimmel incluyen otros ingredientes como agua (rimmel efecto waterproof), expensores de cera, aceites y bases fijadoras.
Volviendo al origen de este producto, Eugène Rimmel, perfumista francés y pionero en la fabricación de artículos de belleza para mujeres, fundó en 1834 la marca “House of Rimmel” vendiendo el famoso rímel por el que todas las mujeres suspiraban. En 1913, TL. Williams, crea una versión inicial del rimmel distribuido en la actualidad. Williams mezclaba polvo de carbón con vaselina hasta obtener un producto compacto diseñado como regalo para su hermana Mabel. El producto fue un éxito y enseguida ambos hermanos decidieron comercializarlo bajo el nombre de Maybelline (nombre que combina parte de Mabel y la terminación de vaselina en inglés). En 1957, Helena Rubinstein introduce el tubo y el cepillo aplicador dotando a la máscara de pestañas de un aspecto similar al que hoy conocemos.
Las máscaras de pestañas tienen en su composición diferentes ingredientes como ceras de origen animal (abejas, principalmente) o mineral (procedentes de la parafina, derivado del petróleo), pigmentos (óxidos), polímeros extensores, espesantes (goma árabe o celulosa) y conservantes, entre otros.
¿Conocías el origen de algunos de los productos que más utilizas en tu día a día? Cuéntanos que sabes sobre tus artículos de belleza. Te esperamos en Estética Profesional Córdoba, tu centro especializado en belleza, cosmética y bienestar.